Los hombres que no amaban a las mujeres
- En pocas palabras, has violado mi integridad personal. Mi jefe no necesita saber con quién me acuesto. Eso es cosa mía.
En la cara de Lisbeth Salander se dibuó una sonrisa torcida.
- Crees que no debería haberlo mencionado.
- En mi caso no tiene la maor importancia. La mitad de Estocolmo conoce mi relación con Erika. Es sólo una cuestión de principios.
- Siendo así, quizá te gustaría saber que yo también tengo un principio; y mi propia comisión ética. Yo lo llamo <
Aunque al principio puede resultar una lectura un tanto lenta, a partir del Capítulo 16 todo cambia y nos vemos arrollados por los acontecimientos que se van sucediendo y los descubrimientos de los personajes sobre la trama de Harriet Vanger.
Ya estoy preparado para ver la adaptación al cine y para volver a sumergirme en los misterios de Millenium 2 – La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina.